«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

Comenta en este blog

Selamünaleyküm: No olvides dejar al final de cada artículo tu comentario para el autor de este humilde blog que acabas de leer. Tus opiniones serán tomadas en cuenta para mejorar el contenido en la forma y el fondo.

Si esperas respuesta a tu comentario, debes buscarla dentro de la misma sección del artículo que comentaste. Gracias. Selam.

Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

Sobre Facebook

Por favor, si me agregas a Facebook, envíame un mensaje privado diciendo que has visto mi blog, para saber dónde me encontraste. De lo contrario, tu solicitud podría ser rechazada por seguridad. Muchas gracias por tu comprensión.

viernes, 27 de octubre de 2017

Correo basura

Ayer tuve control médico por mi diabetes y la doctora me comentó orgullosa que hace algún tiempo leyó una crítica de Síndrome de Estambul en la sección Artes y Letras de El Mercurio. Entonces, lo había pedido a sus amigos como obsequio navideño… Le recomendé comprarla por internet en BuscaLibre.com porque no la hallaría en librerías. Pueden adquirirlo fácilmente haciendo Click aquí y les llega a domicilio.
Esta mañana estaba buscando la dirección de correo electrónico de mi diabetóloga para enviarle el enlace directo de la página y accidentalmente encontré algunos mensajes que me escribiera el Sr. L entre dos mil nueve y dos mil once.
Los leí y me di cuenta de que incluía su número telefónico móvil. De haberlo sabido, tal vez habría intentado escribirle por WhatsApp hace tiempo, cuando lo desbloqueé en Facebook.
Sin embargo, preferí eliminar definitivamente todo el contenido. Recientemente el Sr. L me respondió por Facebook y si bien actuó amable, también fue enfático en decirme que no reanudaríamos nuestra antigua amistad porque nuestros caminos eran distintos. En honor a la verdad, no nos separamos por diferencias irreconciliables sino por conflicto de intereses.
Ejerciendo mi consistencia, le prometí mantenerme alejado y no seguir buscándolo. ¿Para qué guardar su número o las palabras amables? En su momento tuvieron mucho significado, pero ahora ocupan gigas y no lo digo desde la acritud. Es mejor vivir de la esperanza y no del recuerdo.
También borré mensajes de Paulina y Cristina, escritos antes de viajar juntos a Turquía y llenos de expresiones cariñosas. Hoy son dos de las tantas amistades que se han roto por distintas razones.
Estuve con mi doctora por casi cuarenta minutos y nos dimos la libertad de charlar sobre mi nueva novela, amores y desamores… Ella me decía que si alguien no me respeta llamándose mi amigo, no lo es realmente; pero agregó algo muy importante: si quien amas no puede ni quiere corresponderte, ¿por qué no te lo dice de manera directa?
Años atrás si alguien no me quería, yo insistía en ganarme su cariño. Ayer la diabetóloga dijo que quien me amara debería hacerlo sin esfuerzo y es lógico. En la actualidad, prefiero que me hablen sin eufemismos porque las palabras de buena crianza sirven para que quien las dice esconda desagradables verdades, por su temor a caer mal.
¿Y qué más da si caigo mal por ser honesto? ¿No es eso mejor que simpatizar a partir de falsedades? Si esas personas ya no son mis amigas y tampoco les interesa retomar alguna relación conmigo, desde luego es irrelevante cuánto me simpaticen.
En el caso de Sr. L, entiendo perfectamente que tras seis años alejados por decisión mía, ya no despierte su interés en retomar nuestra amistad. Pero si es así, ningún sentido tiene haberme comentado alguna entrada en el blog, preguntarle a Esteban por mí o incluso enviarme saludos. Me busca y cuando le respondo, dice que no podemos ser amigos porque tenemos caminos distintos; entonces no debió buscarme… Estos años han bastado para que yo tampoco insistiera y ahora, borrara sus mensajes sin pensarlo dos veces. Insisto: no lo digo con resentimiento sino por lógica. Tampoco me habría sentido ofendido si sólo no hubiese respondido cuando le escribí.
En su respuesta se limitó a decirme que ha tenido una buena vida, pero sin darme detalles y por lo tanto, contarle qué ha pasado conmigo en este tiempo habría sobrado. Además, sé que ocasionalmente lee este blog porque le interesan mis novedades.
En los casos de Paulina y Cristina respectivamente, así como las otras amistades rotas en el desaparecido Tarkan Fans Chile Club oficial, se han limitado a decir que prefieren pasar página porque sucedieron demasiadas cosas y retomar la amistad es muy difícil… No me lo han dicho a mí porque tampoco les he buscado, pero sin quererlo sigo enterándome ocasionalmente de algunas novedades.
Al respecto, es evidente que prefieren dar vuelta la página, en lugar de reconocer sus errores y ofrecer disculpas, porque no salvarían el orgullo. Sí, ha corrido demasiada agua bajo el puente, pero nunca han demostrado interés en reconciliarse. Obviamente saben que yo podría ignorarles y prefieren evitarse la humillación; es mejor según creen, fingir que no queda nada por hacer.
Mi doctora dice que es preferible dejar ir a esos individuos, pues nunca fueron verdaderas amistades. Las personas maduras son capaces de superar los conflictos, llegar a acuerdos, restar importancia a roces del pasado. Eso es realmente pasar página, pues si eres incapaz de enmendar tus errores y ofrecer disculpas, sólo demuestras tu cobardía, orgullo y mediocridad.

No hay comentarios.:

Gracias por tu visita

Si llegaste a este blog y lo leíste, agradezco que me dedicaras un poco de tu tiempo.

Asimismo, te invito a dejarme tus comentarios, sugerencias, peticiones y críticas constructivas en los posts.

Por último, si te agradó, puedes añadir un vínculo de La Pluma Dorada en tu página web, blog, fotolog o espacio personal y así, colaborar al crecimiento de este humilde rincón. También te invito a convertirte en seguidor.

Espero tenerte de regreso; siempre serás bienvenido. Hasta pronto.

Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.